Beti y Brisas amarrados al muelle de Cariño.

Tras ser embestidos por la fuerza del mar, los barcos y sus tripulantes descansan al abrigo de puerto seguro,
 acogidos con el más grande de los cariños: El Puerto de Cariño, por aquí, por el Ortegal... por Galicia.

Como fondo, el verde gallego que envuelve el tranquilo lugar de Cariño de Arriba,
contrasta con el rojo que tiñe de fuerza a estos titanes del Ortegal.

Desde Cariño, desde Galicia.